Salmo desde la Vida Autentica

Soy joven, Señor, y quiero vivir con fuerza y alegría
Soy joven, y quiero estrujar mi vida y llegar hasta el fondo;
Soy joven y, la verdad, señor, no sé lo que es vivir a veces,
Soy joven y busco caminos, aunque no he encontrado el sendero cierto.
Quiero vivir y buscar mi libertad en lo que hago;
Quiero sentir y probar hasta lo más profundo lo que es la vida;
Quiero tocar, palpar, hacer mío todo lo que encuentre en mi camino;
Quiero, Señor, dar sentido a esta única vida que tengo.
Hay cosas, Señor, que no vale la pena volver de nuevo a ellas;
Hay cosas que al tocarlas se marchitan entre las manos;
Hay sabores que atraen y ciegan como la luz a la mariposa;
Hay experiencias que al final te quedas solamente con la cascara;
Hay momentos fuertes que te dejan vacío, desilusionado y roto.
Yo quiero vivir y no morir, yo quiero vida y no muerte,
Yo quiero encontrarme con la felicidad y no consigo saber dónde está.
Yo quiero sentirme sereno, tranquilo, bien y no sé como,
Aquí me tienes cansado a veces, desilusionado cuando menos lo esperaba.
Busco y no lo encuentro. Mi corazón me pregunta: ¿sabes el camino?
Tú amas la vida, Señor Jesús, y quieres al joven en pie, firme,
Amas la vida y has roto las ataduras de la muerte, resucitando,
Tienes palabras de vida eterna para el corazón del hombre,
Y le has dado el pan de vida para que camine con valor.
Señor de la vida: quiero vivir desde el centro de mí ser.
Señor de la vida: quiero ser feliz
Y mantener mi dignidad de hombre.
Señor de la vida: quiero enraizar mi vida en ti, que eres amor.

…Un año lleno de Cambios…

Hemos finalizado una etapa muy importante en la vida de cualquier ser humano, la Etapa Escolar. Lo que ahora viene depende de nosotros, ya sea seguir estudiando una carrera universitaria o un técnico, trabajar, o bien, quedarnos en casa sin hacer nada.
Tal vez sea un cambio muy brusco, porque algunos dejamos de ver a nuestros amigos, a nuestros compañeros; abandonamos para siempre aquel lugar que nos sirvió no solo para formarnos, sino para vivir buenos y malos momentos, para jugar y charlar con nuestros amigos, para tener cada día una experiencia diferente; e incluso, extrañamos a aquellos maestros que no nos dejaban en paz, y recordamos sus discursos y cantaletas.
Debemos acostumbrarnos a la idea de que estamos creciendo y que debemos madurar. Toda la vida no vamos a estar dependiendo de nuestros padres, al contrario, si queremos salir adelante podemos aprovechar las oportunidades que nos da la vida y ser unos profesionales.